Que no cunda el desánimo: si no hay trabajo, que no falte la formación,
al menos. El Ayuntamiento y el Servicio Regional de Empleo han hecho pública
la nueva remesa formativa para el curso 2010-2011. Hay oportunidades en
las áreas de Informática y comunicaciones, Audiovisuales, Industria y
oficios, de Administración y de Servicios Sociosanitarios. Los cursos
empezarán después del verano, pero la inscripción ya es posible, en Empesa
(teléfono: 91 685 30 90 y correo: formacion@empesa.es).
Diseño y mantenimiento de sitios web (138 horas), Ofimática (208 horas),
Periodismo audiovisual y digital (164), Postproducción de vídeo (108),
Actor/actriz de doblaje (164), Operador de carretillas elevadoras (109),
Mantenimiento de instalaciones de fontanería (158), Trabajos verticales
(183), Gestión de nóminas y seguros sociales (79), Técnicas de administración
de pymes (218) y de secretariado (153), Inglés para negocios (79), recepcionista
(164), Diseño publicitario aplicado al comercio electrónico (164), Empleado
de fincas urbanas (109), Atención y ayuda domiciliaria a personas con
discapacidad (263), Asistente en geriatría (218) y Profesional de servicios
de teleasistencia (109), entre otros cursos. En total, Móstoles ofrece
660 plazas. Los primeros en apuntarse fueron los visitantes de la reciente
feria de formación y empleo, Forem.
Formación: Cursos gratuitos. Información e inscripciones en Empesa (polígono industrial Arroyomolinos, calle E, 20).
Las que ha captado el fotógrafo Jens Jaeger y que estarán expuestas en
el centro cultural Villa de Móstoles durante todo el mes de julio. “Un edificio
en obras en el momento del día en que es abandonado por los peones; un
mirador que siempre es utilizado pero nunca observado; un mimo cuando
el público se ha retirado, después de su actuación; un oso de peluche
que, una vez viejo y destartalado, ha caído en el olvido… estas y otras
instantáneas captan un instante de soledad, la esencia de un momento que
nunca volverá a repetirse, al menos tal y como en esta ocasión se ha capturado”,
describen desde la Concejalía de Cultura. Jaeger ha dado el título de Soledad
interior a la muestra, con el propósito de recalcar “esos estados
de aislamiento” que cercan “la vida cotidiana”.
Fotografía: Soledad interior, de Jens Jaeger. Hasta el 29 de julio, en el centro cultural Villa de Móstoles. Gratis.
¿Te atreves a bucear este julio? Pues apúntate al curso que promueve la Concejalía de Juventud, en dos fases: en Móstoles del 19 al 22, para aprender los fundamentos del buceo, y en el Cabo de Palos (Murcia), del 23 al 25 de julio, ya en las profundidades del Mediterráneo. Hay 24 plazas, para gente de 18 a 30 años, y el precio es de 401 euros por cabeza. El pago incluye la formación teórica y práctica con título oficial, el transporte de ida y vuelta a Murcia, el apartamento en pensión completa, el material didáctico, las inmersiones, el coste de los instructores y los seguros correspondientes.
La televisiva Mabel Lozano acaba de estrenar un retrato audiovisual
de mujeres que han hecho trizas los tópicos sobre la edad madura. Se titula Las
sabias de la tribu y en el octeto protagonista hay una residente
en Móstoles, Juana Vivó. Niñera cuando tenía edad de que cuidaran de ella,
casada a los 17 años y maltratada hasta la treintena, consiguió dejar
atrás el suplicio marital y se afincó en Móstoles con sus cuatro hijas.
A los 53, la fatalidad volvió a aparecérsele en forma de ictus que la
incapacitó para el trabajo. Lejos de derrumbarse, no sólo ha conseguido
salir delante una vez más sino que ha ingresado en la Universidad de Mayores. Las
sabias de la tribu habla de “transgresoras y luchadoras que, a pesar
de las dificultades comunes a las mujeres de su generación, han conseguido
ser lo que querían”, en palabras de la directora del documental. Un ejemplo
para los jóvenes.
Ni los mochileros y otros ligeros de equipaje tienen excusa para no llevarse
de gira este verano la Antología poética de Jaime Gil de Biedma.
Para abrir boca, os deslizo el poema que da título a esta píldora: “Que
la vida iba en serio/ uno lo empieza a comprender más tarde/ -como todos
los jóvenes, yo vine/ a llevarme la vida por delante./ Dejar huella quería/
y marcharme entre aplausos/ -envejecer, morir, eran tan sólo/ las dimensiones
del teatro./ Pero ha pasado el tiempo/ y la verdad desagradable asoma:/
envejecer, morir,/ es el único argumento de la obra”. En uno de sus poemas
más sombríos, el poeta carga contra sí mismo: “De qué sirve, quisiera
yo saber, cambiar de piso,/ dejar atrás un sótano más negro/ que mi reputación
–y ya es decir-,/ poner visillos blancos/…”. Barras de bares, chulos,
los últimos de la noche, ascensores de luz mortecina y otras briznas de
vida/muerte convertidas en experiencia poética inolvidable, y al precio
de un copazo.
Lectura: Antología poética, de Jaime Gil de Biedma. Alianza editorial. 6,75 euros. Disponible para el préstamo también en la Biblioteca Central.