Libertad,
adrenalina, plasticidad en el aire. David Piña (19 años), David Fernández
(21), Kevin Molina (16) y Fernando Yuste (20) tienen una escapatoria
vibrante de su rutina de oficios, instituto y empleo precario: siempre
que la meteorología lo permite, saltan, se elevan en cabriolas imposibles.
Son acróbatas urbanos, en la estela de los pioneros británicos y
rusos. Pero sin caer en el atrevimiento suicida de sus colegas de
afición, capaces de lanzarse al aire desde lo alto de casas abandonadas
o precipitarse a la nieve desde azoteas de edificios de cinco plantas.
Lo de los FreeFly Trickers es épico pero racional: saltan y piruetean
en busca del más-difícil-todavía pero con riesgo controlado, que
las acrobacias son su vida, no su desgracia. “Descargamos adrenalina,
nos sentimos libres en el aire, es nuestra vida;nosotros cada vez
que vemos una valla no la miramos como valla sino comoun elemento
para hacer un mortal”, sonríen al hablar de sus peripecias.
Ellos siempre le encuentran posibilidades infinitas a los escenarios
urbanos: “Vas con tu música e imaginas lo que podrías hacer”. Además
están losvídeos colgados en Internet, una videoteca universal de
acrobacias a las los FreeFly Trickers contribuyen con cada penúltimo
hallazgo. “Así hemos conocido a gente del Reino Unido, del Este
de Europa y de otros lugares”. David Piña se quedó sorprendido
cuando en un viaje recientes por territorio británico vio que en
el ambientillo se conocían sus andanzas acrobáticas.
En los últimos tiempos saltan fuera de Móstoles, en Nuevos Ministerios,
en el parque Juan Carlos I, siempre en amplios espacios abiertos.
El día 23 de diciembre (a las 19.00) sus acrobacias tendrán esplendor
extra de público y escenario: el Teatro Villa de Móstoles, por el
Festival NaviRap, organizado por la Concejalía de Juventud y Festejos.
Será una ocasión propicia parademostrar
las claves de su arte: “Confianza, no dudar, practicar mucho,
plasticidad, que parezca que flotamos, como si diéramos al play de
unvideojuego, y originalidad”. Después de los saltos, cada cual
volverá a lo suyo: los dos David a la casa de oficios de carpintería
del Ayuntamiento de Móstoles; Kevin al instituto y Yuste a la búsqueda
deempleo, que el reparto de propaganda dura menos cada vez.
Las claves: “Confianza, no dudar, practicar mucho, plasticidad, que parezca que flotamos, como si diéramos al play de un videojuego, y originalidad”